Tuve la fortuna de conocerlo, de forma especial, en dos ocasiones, y en la dos el se dirigió a mi. Con su manera especial de mirar, con su energía artística y amable, de sonrisa y mirada que te abrazaban el alma. Seguir es provocar una lluvia, pues aún no se sobrepone uno a tan duro golpe en un jóven con toda la ilusión despierta, ilusión que iluminaba a quien se acercara. Ya sé, puede parecer tópico. Pero en este caso, se perfectamente lo que digo. Y Antonio Puerta dejaba huella en muy poco tiempo. Y esto es real.
Yo era muy amigo de Pablo Alfaro, y hablaba con Marcos Navas. Pero el se acercó a mí, con una amabilidad sorprendente y me habló unos minutos.
Pero no se olvidó de mi. Una tarde que me dirigía a la bombonera, en el semáforo de la gran plaza, el llegaba con su coche de marquez de Pizman y me dio dos voces, para saludarme y decirme con su sonrisa que ivamos a ganar. Para mi fué suficiente.
Uno de los muchos videos homenajes a su memoria.
Discriminación por enfermedad
Hace 10 años
